El tiempo de vida promedio de un celular es de 3 años, a esa “edad” el celular es “viejo” para sus compañeros que en cada temporada salen más pequeños y portables, con características que satisfacen la necesidades de un mercado cada vez más exigente; entonces es tiempo de reciclar.

Hay más de 7 mil millones de celulares funcionando en el planeta, según fuentes de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU); esta cifra es impactante, con respecto a años anteriores la cual ha aumentado vertiginosamente, ya casi podríamos decir que cada persona en el mundo cuenta con un teléfono móvil; y cada minuto que pasa alrededor de mil personas adquieren un celular y otras tantas renuevan su viejo aparato celular por uno moderno; la pregunta salta a la vista ¿qué hará con su antiguo celular?

No lo bote a la basura, no lo guarde en un cajón, mucho menos lo queme, contaminaría el medio ambiente y más aún, usted mismo se dañaría. El 18%del contenido de las baterías (las más comunes) de celulares es cadmio, 20% es níquel, el resto es tantalio; la exposición a estos químicos puede provocar cáncer.

Respirar cadmio produce lesiones en los pulmones y si se ingiere se acumula en los riñones; la exposición al níquel produce alergia y las personas sensibles a éste sufren ataques de asma; por lo cual hay que tener mucho cuidado con la manipulación y desecho de las baterías. Se calcula que cerca de 28.5 toneladas de residuos peligrosos son generados anualmente por las baterías utilizadas en los teléfonos celulares, entonces ¿qué hacer?

La mejor solución es reciclar todo el equipo, me refiero a las baterías, el teléfono propiamente dicho y sus accesorios. Debemos buscar los depósitos de reciclaje en cada una de las empresas que brindan el servicio de telefonía móvil de esta forma cuidarás tu salud y la del planeta.